
Ya sea haciendo un tipo de dieta o la otra, su objetivo principal es producir una energía para nuestro cuerpo que nos ayuda a descender rápidamente de peso a expensas de: forzar nuestros riñones e hígado, deshidratar nuestro cuerpo, producir un efecto rebote, etc. Estas dietas no son perjudiciales cuando no se extienden mas allá de 10 días pero luego de ese lapso (y sin asesoramiento y un control médico minucioso) el cuerpo comienza a perder nutrientes y vitaminas traduciéndose en cansancio y desgano constante.
Es muy importante que cualquier dieta que llevemos a cabo esté respaldada por un profesional de la salud.
Una dieta adecuada, para una persona que goza de un buen estado de salud, que solo quiere descender de peso debe contener los tres macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y lípidos) controlados en cantidad y calidad sumado a un equilibrio de vitaminas y minerales.
Durante el verano y con el calor, los planes de alimentación para bajar de peso, se basan básicamente en el consumo de frutas y verduras (pero ojo!!! Que no es lo único que debemos consumir).
Existen abundantes cantidad y variedad de frutas y verduras en nuestro país para poder elegir los mas económicos (de estación) y de todo tipo. Los diferentes colores y tipos de frutas y verduras nos ofrecen variedad de vitaminas y minerales.
Se recomienda:
- Consumir cinco porciones entre frutas y verduras por día.
- Por lo menos, una vez al día, es importante consumir en crudo algunas de las porciones ya sea de frutas o verduras (por ejemplo en ensaladas como guarnición)
- En aquellas frutas y verduras que lo permitan intentar conservar la cáscara ya que es ahí donde se concentra la mayor cantidad de fibra que poseen.
- Si se cocina priorizar la cocción al vapor o hervido con poco agua (para evitar la pérdida excesiva de nutrientes).
- Evitar la cocción de fritura o salteado ya que absorben mucho aceiten e incorporar así gran cantidad de calorías.